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Definición de «Diseño» y de «Diseño gráfico»

  • Mar 24 / 2015
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Definición de «Diseño» y de «Diseño gráfico»

Por: Raúl Belluccia

La definición de una profesión socialmente reconocida como es hoy el diseño, hay que extraerla de la realidad de la actividad. Así, básicamente, “diseño” es lo que hacen “los diseñadores” cuando “diseñan”.

Si se observa a toda la gente que trabaja en la sociedad, podrá verificarse que hay una cantidad de individuos que llamándose a sí mismos “diseñadores” se ganan la vida “diseñando” cosas que otros les encargan, a cambio de una remuneración, y que estos otros también llaman a aquéllos “los diseñadores.”

También se observa que dentro del conjunto de “los diseñadores” hay individuos de ideas políticas variadas y de condiciones económicas y religiosas muy diferentes, pero todos son diseñadores y como tales los reconoce el resto.

Todavía no hemos dicho ¿qué hacen los diseñadores? Veamos.

Lo primero que se advierte es que no todos los diseñadores hacen lo mismo, y que bajo el paraguas común del “diseño” se cobijan profesionales con capacidades tan diversas que sus habilidades no son intercambiables (un diseñador de ropa difícilmente pueda diseñar bien un periódico).

Por eso es que todos los diseñadores cuando se presentan, aclaran su especialidad o familia: gráfico, industrial, de moda, de interiores, etc.

¿Qué semejanza hay entre un diseñador industrial dedicado a la ortopedia, un diseñador de indumentaria especializado en trajes para óperas y un diseñador gráfico de páginas Web?

La definición del diseño como actividad provendrá de encontrar qué tienen en común todos los tipos de diseñadores cuando diseñan. (De la misma manera que la definición de “felino” reúne los aspectos comunes entre un gatito de angora y un león, y no sus diferencias).

Primero: en qué no se parecen los distintos diseños

Lo que hacen todos los diseñadores no se parece:

  • Ni en el producto final: pues se diseñan desde mensajes hasta máquinas viales y desde ropa interior hasta quirófanos.
  • Ni en los objetivos: ya que tanto se diseña un periódico anarquista como uno conservador; desde automóviles contaminantes hasta envases ecológicamente correctos; desde ropa sofisticada hasta trajes antiflama; desde viviendas populares hasta mansiones fastuosas; etc.
  • Ni en el tipo de cliente: porque se diseña tanto para el estado como para la empresa privada; para las petroleras como para los grupos ambientalistas; para una multinacional como para una pequeña cooperativa.
  • Ni en el proceso de diseño: la observación de los diseñadores cuando trabajan hace evidente la ausencia de procedimientos comunes a todos.

La pequeña coincidencia

Sin embargo algo hay en común en todos ellos. Si se observa bien podrá verificarse que allí donde cualquier diseñador trabaja (es decir, diseña) algún producto está siendo proyectado y planificado antes de su elaboración definitiva, sea este producto una silla, una casa, un abrigo, un aviso, un logotipo, una revista, una página web o una heladera.

Si pudiéramos ver en simultáneo a todos los diseñadores del mundo en sus mesas de trabajo, advertiríamos que todos están en algún punto de un proceso que tiene como objetivo definir las características finales de un producto, anticipadamente a su elaboración definitiva y distribución; así sea un afiche o una lapicera.

En síntesis:  los diseñadores  trabajan para decir como será una cosa antes de que sea producida.

El carácter planificador del diseño

En nuestra sociedad casi todo lo que consumimos y usamos reviste el carácter de “producto planificado.”

Ya se trate de una revista, de una silla ortopédica o de un teléfono celular, estos objetos son planificados porque sus características materiales y simbólicas, sus funciones, sus modos de producción, su número de ejemplares a producir, sus fines (económicos, culturales, políticos, sociales, etc.), su distribución, sus situaciones y condiciones de compra y uso, sus precios y costos, su publicidad, su tiempo de vida útil, su grado de novedad, y su oportunidad de lanzamiento se deciden de antemano con la mayor precisión posible. Es decir, participan del modo industrial de producción y distribución, alejado definitivamente del tipo artesanal de generación de objetos.

Todo producto planificado (un afiche, una edificio, un abrigo, un aviso, una radio, una vajilla de cocina, una computadora…) es el resultado de una serie de decisiones sobredeterminadas por el contexto, donde cada eslabón carece de independencia absoluta y su autonomía siempre es relativa. Y el diseño es uno de esos eslabones productivos.

La definición sintética de la tarea de los diseñadores

Entonces: los diseñadores realizan una actividad creativa, técnica y analítica, cuyo fin consiste en determinar, anticipadamente a su realización, las características finales de un producto y su modo de elaboración, para que cumpla con una serie de requisitos: funcionales, formales, estéticos, simbólicos, informativos, identificadores, materiales, persuasivos, económicos, etc. definidos de antemano y de común acuerdo entre el cliente o empleador y el diseñador.

Y en la definición del acto de diseñar no es posible avanzar más allá, porque todo avance implicaría salirse de lo común del diseñar para entrar en lo específico de cada rama o familia del diseño.

Dicho de otro modo: entre un diseñador de libros para niños y un diseñador de licuadoras (salvo lo común recogido por la definición enunciada arriba y que los incluye) todas son diferencias. Son distintas las técnicas aplicadas, las funciones del producto diseñado, las habilidades y los conocimientos necesarios para resolverlo, la forma de presentación de prototipos o bocetos, el tipo de cliente, los fines sociales, el carácter o clase de la creatividad aplicable, los aspectos materiales, simbólicos y estilísticos del producto final, los honorarios, etc. Sin embargo los dos diseñan.

Es evidente que para realizar su trabajo cada tipo de diseñador debe poseer un particular y muy diferente recorte de conocimientos, y una capacidad creativa adecuada a su especialidad. Por eso hay carreras de diseño industrial, gráfico, de indumentaria, arquitectura, etc.

La definición sintética de la tarea de los diseñadores gráficos

El diseño gráfico, nuestra especialidad, es una actividad creativa, técnica y analítica, cuyo fin consiste en determinar, anticipadamente a su producción y divulgación, las características finales de un mensaje visual y su modo de elaboración, para que cumpla con una serie de requisitos: funcionales, formales, estéticos, simbólicos, informativos, identificadores, materiales, persuasivos, económicos, etc. definidos de antemano y de común acuerdo entre el cliente o empleador y el diseñador.

 

Un breve comentario sobre «el mensaje»

Simplificando mucho podemos decir que un mensaje es lo que alguien quiere comunicar a una o a muchas personas, con alguna intención.

Todos somos emisores e intérpretes de mensajes: cuando conversamos con un amigo, cuando escribimos un correo, cuando subimos algo en Facebook, cuando escuchamos radio, cuando vemos un aviso, cuando navegamos por Internet, etc.

Pero los diseñadores gráficos no nos ocupamos de todos los mensajes, sino de algunos, los que tienen ciertas características:

– mensajes visuales (aquellos que se perciben, fundamentalmente por el sentido de la vista, aunque los nuevos medios incorporan el sonido a nuestra disciplina)

– mensajes visuales difíciles de resolver y que, por lo tanto, requieren la intervención de un especialista (el cartelito “Cerrado por vacaciones” que pone el dueño de un bar no necesita la intervención de un diseñador)

– mensajes visuales dirigidos, en su gran mayoría, a audiencias numerosas

– mensajes visuales reproducidos y canalizados, en su gran mayoría, por medios técnicos (imprenta, web, informática, cine, etc.)

Como se ve, son mensajes visuales cuyo emisor no es el diseñador. El emisor social del mensaje es quien  contrata al diseñador para tener mayores garantías de rendimiento comunicacional.