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Manifiesto de la Cátedra

  • Mar 04 / 2014
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Manifiesto de la Cátedra

Manifiesto-01

El taller

Nuestro taller de diseño se basa en las actividades y la participación grupal, que garantiza una dinámica estimulante y un aprendizaje más profundo de esta materia proyectual, en el marco de la educación pública y gratuita de la FADU/UBA.

El taller es el lugar donde el estudiante, en interacción con los docentes y sus compañeros, va aprendiendo y desarrollando las capacidades propias del profesional del diseño gráfico. Las actividades, los conocimientos teóricos y las habilidades a impartir son nuestra responsabilidad como grupo docente, pero poco podríamos hacer sin la dedicación y compromiso de los estudiantes. El diseño no se enseña ni se aprende mágicamente.

 

Nuestra visión del Diseño Gráfico

En la sociedad hay muchos emisores (instituciones, empresas, ONG, poderes públicos, comercios, etc.) que se dirigen a públicos muy diversos, con mensajes de muy variado tipo, intención y contenido. El diseñador gráfico, cuando es convocado por esos emisores, aplica su creatividad, su capacidad de análisis y habilidades a los mensajes de carácter visual, para que lleguen a sus destinatarios de la manera más eficaz posible.

Diseñar mensajes visuales de alta calidad y rendimiento (afiches, marcas, sitios web, señales, libros, revistas, pantallas, gráfica en movimiento, envases, etc.) es una especialidad profesional cuyas bases enseñamos en el taller.

 

Los ejercicios

Para nosotros los ejercicios son las piezas clave del curso y del contrato recíproco de responsabilidades que establecemos con los estudiantes. Durante los ejercicios se transmiten y desarrollan los aspectos analíticos, creativos y técnicos que el diseñador necesitará en su futura tarea profesional en la sociedad.

Cada ejercicio plantea al estudiante distintas problemáticas de comunicación (variedad de emisores, de contenidos, de mensajes, de estilos y de piezas). Similares a las que solicitan los clientes y empleadores en el mundo real.

Consideramos imprescindible que, desde el comienzo mismo de cada ejercicio y antes de iniciar el proceso de diseño, el estudiante conozca los objetivos a cumplir (brief o programa).

 

El proceso de diseño

Todo trabajo de diseño, y todo ejercicio en el taller, plantea un desafío: tenemos que hacer algo que no sabemos cómo será al terminarlo. Entre la necesidad de origen y el diseño final hay un camino, y ese camino es el proceso de diseño.

El proceso en el taller no es un salto al vacío. El estudiante no realiza en soledad su proceso, sino que lo hace con la orientación, crítica y recomendaciones de sus docentes, y la participación activa de sus compañeros durante las actividades grupales en el taller. La didáctica del taller es muy singular ya que se van aprendiendo las capacidades y habilidades a medida que se va experimentando con ellas en la solución de problemas.

El proceso de diseño, tanto en el taller como en la vida profesional, es una serie de experimentaciones orientadas a un fin conocido desde el comienzo. Es un acercamiento a la solución a través de pruebas que sucesivamente se van sometiendo a la crítica y mejora constante.

El proceso de diseño de cada ejercicio es un trayecto continuo, con paradas en el taller los lunes y jueves, para reflexionar sobre lo hecho, probar soluciones sin temor a equivocarse, preguntar, problematizar, cotejar con los demás, escuchar y hacer críticas, destrabar obstáculos, recibir clases, consejos y recomendaciones.

 

La evaluación

Para que en la nota final de cada ejercicio no haya sorpresas, damos a conocer desde el comienzo los criterios de evaluación que se aplican durante todo el proceso y en la evaluación de cada entrega. Al inicio de cada ejercicio se establece y se debate qué vamos a diseñar, para qué, quién es el emisor del mensaje a transmitir y qué aspectos simbólicos, estilísticos, de identificación, sistémicos y técnicos deberán resolverse mediante el proceso de diseño.

Esos requisitos previos no definen cómo serán los diseños, pero sí cuáles son las necesidades que se deben solucionar con el diseño. Cómo hacerlo es la incógnita a resolver por cada estudiante. Durante los análisis, críticas y correcciones de colgadas y preentregas, verificamos, aclaramos y debatimos de qué manera las propuestas y bocetos de los estudiantes van resolviendo o no esas necesidades planteadas desde el comienzo. Esos mismos criterios, que el estudiante conoce y va utilizando durante el ejercicio, son los que aplicamos a la hora de la evaluación final.

Sin criterios para evaluar solo quedaría la angustia de la incertidumbre, el azar y la arbitrariedad; y eso es ajeno al diseño y al aprendizaje.

 

El equipo docente

Somos un grupo de diseñadores que damos clases apasionadamente para compartir nuestros conocimientos, habilidades y reflexiones. Volcamos en las clases nuestra experiencia en el ejercicio real del diseño, que proviene de las muy diversas inserciones y especialidades que mantenemos en el mundo laboral.

Simultáneamente no estamos ajenos a las condiciones provenientes del marco político-institucional, académico y salarial del que inexorablmente formamos parte. Prueba de ello es que muchos docentes, si no la mayoría, trabajan de manera gratuita o ad-honorem.

 

Si estás de acuerdo con nuestro modo de entender la enseñanza del Diseño Gráfico, podremos trabajar juntos para seguir construyendo el Diseño argentino, a través de sus futuros profesionales.
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